Georg Trakl, “Calma y quietud”. Dos reescrituras.
Versiones de Daniel Bencomo.
Ruh und Schweigen
Hirten begruben die Sonne im kahlen Wald.
Ein Fischer zog.
In härenem Netz den Mond aus frierendem Weiher.
In blauem Kristall
Wohnt der bleiche Mensch, die Wang' an seine Sterne gelehnt;
Oder er neigt das Haupt in purpurnem Schlaf.
Doch immer rührt der schwarze Flug der Vögel
Den Schauenden, das Heilige blauer Blumen,
Denkt die nahe Stille Vergessenes, erloschene Engel.
Wieder nachtet die Stirne in mondenem Gestein;
Ein strahlender Jüngling
Erscheint die Schwester in Herbst und schwarzer Verwesung.
Quietud y silencio
Los pastores enterraron al sol en el bosque pelado.
Un pescador izaba
la luna del frío lago con su red tupida.
En el cristal azul
vive el hombre pálido, reclina la mejilla en una estrella
o apoya la cabeza en un sueño púrpura.
Pero siempre conmueve el vuelo negro de las aves
al que observa, lo sagrado en las flores azules,
piensa la calma del ángel extinto, olvidado y muy cerca.
Otra vez oscurece la frente en la piedra lunar;
un halo de juventud
surge la hermana en otoño y putrefacción negra.
(TUNEADOS)
Atmósfera & silencio (feat. Fennesz & Sakamoto)
Editaron el sol en un bosque sonoro.
Un pescador modulaba
la luna del lago bajo su cráneo chinook.
En el cristal azul
fuma el hombre pálido, su pómulo en estéreo,
estalla la cabeza en lo púrpura del porno.
Pero siempre reescribe el vuelo de misiles
al que observa, lo sagrado en las prótesis,
el extinto fosfeno.
Otra vez vibra un cráter en el lóbulo;
en un halo inalámbrico
falla la hermana en baja fidelidad.
Quietud + Begotten (feat. E. Elias Mehrige)
Bestias sin sol en un bosque de calcio.
Una venus eviscera
luna de su luz partenogénesis.
En el gris postindustrial
grita el hombre, graba la mejilla en monóxido.
El surround de los grillos desangra
al que observa, lo sagrado
se clona en la palabra excreción.
Un halo de energía
deforma la ilusión de reciclaje.
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